COLEGIO CORONEL FRANCISCO LINARES
TECNOLOGÍA EN SALUD II
FUNDAMENTOS DE ENFERMERÍA
TEMA: PRINCIPIOS DE ENFERMERÍA
OBJETIVO: Conocer
la historia del uniforme de enfermería.
INDICACIONES: Lea
cuidadosamente el material que se le ha proporcionado, elabore un ensayo sobre
el tema.
HISTORIA DEL
UNIFORME DE ENFERMERIA
La Enfermería, desde sus inicios,
ha sido acompañada por una simbología que la caracteriza y que encierra un
significado relevante en su desarrollo como profesión. En la actualidad a pesar
de la existencia de normas y del esfuerzo que se viene realizando, se observan
con frecuencia modificaciones y uso incorrecto del uniforme. Los profesionales
de enfermería tienen la responsabilidad de mejorar la situación actual y
proceder como agentes de cambio. Una enfermera u enfermero vestido
correctamente inspira confianza y es socialmente respetado. Los aspectos
planteados permitirán revalorar la importancia del uso correcto del uniforme,
elemento esencial para una buena imagen social de los enfermeros y enfermeras.
La Enfermería ha ido
desarrollando el contenido de su hacer a través de la historia, como lo han
hecho la Medicina y otras profesiones. Por eso la historia de la Enfermería
puede hoy, dar razones de esta evolución, que se ha hecho irreversible, para
convertirse en una profesión sin perder la originalidad de su esencia.
INICIOS DEL UNIFORME
DE ENFERMERÍA
La creación del UNIFORME se da en
el SIGLO XIX. De uniforme almidonado, que evolucionó con cómodas batas unisex,
pero sus estilos se basan en función del país en el que trabajaban, el período
de la funcionalidad y el tiempo.
Antes de la década de 1800, el
uniforme se basa en el uniforme informal usado por los monjes y monjas que
cuidaban de los pacientes en los hospitales militares y las iglesias. En esos
momentos, la enfermería no era considerada una profesión respetable hasta que
la evolución de la Enfermería Militar durante la guerra de Crimea. Se fue la
contribución de FLORENCE NIGHTINGALE que allanó el camino para la creación de
la ESCUELA DE FORMACIÓN NIGHTINGALE PARA ENFERMERAS EN SAINT THOMAS HOSPITAL DE
LONDRES, INGLATERRA EN 1860. Fue también en este período que el uniforme de
enfermería primera formal y reconocido evolucionado.
Los primeros uniformes de la
enfermera se derivaron de hábito de la monja. Antes del siglo 19, las monjas
atendían a los enfermos y heridos, así que era obvio que las enfermeras
entrenados laicos pueden copiar hábito de la monja, ya que han adoptado filas
como "Sister". Uno de los primeros estudiantes de Florence Nightingale
diseñado el uniforme original para los estudiantes de la escuela de enfermería
de la señorita Nightingale. Antes de la década de 1940 se produjeron cambios
menores en el uniforme. La vestimenta consistía en un traje sobre todo azul.
Los hospitales son libres de determinar el estilo del uniforme de la enfermera,
incluyendo la tapa de la enfermera que existe en muchas variantes.
En Gran Bretaña, el uniforme
nacional fue diseñado con el advenimiento del Servicio Nacional de Salud en
1948, y el vestido de Newcastle. Desde la década de 1960 cuellos abiertos
comenzaron a aparecer. En la década de 1970, las tapas de papel desechables
blancos reemplazaron a los de algodón, en la década de 1980, delantales de
plástico desplazado a los tradicionales y ropa exterior comenzaron a
desaparecer. Desde la década de 1990, matorrales se hizo popular en Gran
Bretaña, después de haber aparecido por primera vez en los EE.UU., sin embargo,
algunas enfermeras en el Reino Unido siguen usar vestidos, aunque algunos NHS
les han eliminado en favor de matorrales como en muchos otros países.
El primer uniforme es un vestido
gris de cuerpo entero, con delantales blancos y se cubrió el cuerpo con sólo
las manos y la cara queda al descubierto. Este tipo de ropa que les permitió
tratar a los pacientes con eficacia y mantener la apariencia respetable y.
Sus uniformes se desarrollaron a
través de los años debido a la practicidad, funcionalidad, seguridad y
seguridad de los pacientes. Desde 1800, ha evolucionado desde los vestidos
blancos y grises con blancos pueden usar pantimedias a túnicas y matorrales.
Sin embargo, hay empleadores que prefieren los uniformes tradicionales batas
blancas que porque quieren que sus enfermeras para un aspecto profesional y
respetable, mientras que otros prefieren matorrales, ya que queremos que sean
cómodos y de moda. Algunos matorrales existen en colores lisos, mientras que
otros vienen en estampados de diferentes diseños.
Las mujeres en la familia
dispensaban los cuidados de forma informal. En los primeros hospitales estaban
empleadas quienes realizaban la limpieza en las que recaía ofrecer a los
enfermos los cuidados rudimentarios, aún teniendo experiencia reconocida eran
consideradas negligentes, llevaban cubierto los cabellos por un gorro (en razón
de la tarea que cumplían).
En 1860, el Ruiseñor Escuela de
Formación de Enfermeras se abre en St. Thomas Hospital en Londres. La
enfermería es reconocida como una profesión honorable. Los uniformes de
enfermeras tendían a ser vestidos casi hasta el suelo muy largos delantales
blancos tipo delantal.
La Enfermería, desde sus inicios,
ha sido acompañada por una simbología propia que la caracteriza, con un
significado relevante que permite interpretarla y comprenderla.
Existiendo también un gran grupo
de enfermeras militares protagonistas del cuidado a los heridos en las dos
grandes guerras del siglo XX, cuya cabeza coronaban con cofias que delataban
sus diferentes rangos, similares a las religiosas. Por otra parte las órdenes
religiosas impartían cuidados tanto en hospitales civiles como militares.
La evolución en el modelo de las
cofias de enfermeras desde la primera cofia religiosa hasta el abandono total
de las mismas, refleja la historia de los cuidados. Las también denominadas
tocas devienen en un elemento del rango y ciertos aditamentos como medallas,
escudos y cruces condecoran el servicio prestado en las instituciones
militares. Siendo las primeras dispensadoras de cuidados en muchos casos
mujeres religiosas para los países colonizados, (quienes se cubrían la cabeza
como parte de su hábito) no impidiendo que a nivel social existieran mujeres
cuidadoras; parte del pueblo las que ofrecían los cuidados desde la transmisión
de los conocimientos populares para realizar curaciones desde las ciencias de
la naturaleza.
La ascendencia de la religión
sobre la Enfermería ha sido importante, ha influido en la formación de las
enfermeras y conferido a los cuidados la presencia de actitudes y valores
(espirituales y religiosos) durante mucho tiempo. En los principios y prácticas
de la Enfermería Moderna que desarrolló Florence Nightingale, están presentes
aspectos que se derivan de esta ideología, parte de la indumentaria de las
enfermeras (cofia, uniforme), se asemejan bastante a los hábitos de las monjas.
A través de la historia de la
enfermería, a ésta se le ha identificado por cuatro símbolos, que justifican su
identidad, estos son: Vestido Blanco, Capa, Lámpara, y Cofia.
Históricamente, un uniforme de
enfermera típica consistía en un vestido, delantal y gorro de enfermera. En
algunos hospitales, sin embargo, los estudiantes de enfermería también llevaba
un pin de enfermería, o el delantal del delantal pueden haber sido sustituidos
por un delantal estilo zapatero. Este tipo de vestido de la enfermera continúa
siendo usado en muchos países.
Las "enfermeras" que
tenían que asistir a los enfermos de noche, debían desplazarse por las calles
de la ciudad casi sin luz y con mucho peligro, así es que decidieron usar una
cofia (así se llamaba entonces a los tocados femeninos) en forma de cono de
color blanco y también llevaban una lámpara de aceite en la mano.
En una ceremonia especial se les
imponía la CAPA, “ceremonia en la cual quedaban revestidas las enfermeras de su
clásico distintivo. El significado de la capa es hacerles sentir el peso en sus
hombros de la responsabilidad que han contraído con la sociedad al haber
elegido la carrera de enfermera; al brindar cuidado, amor y dedicación, mismas
que se han hecho evidentes y característicos de las Escuelas de Enfermería
desde su creación.
Esta fue de tela de fieltro, se
usó de este material debido a las bajas temperaturas, pues generalmente hacían
guardias de 24 horas, siendo las noches largas y frías.
La Reina Victoria Eugenia con
traje de la Cruz Roja. Enfermera con capa
Posiblemente algunos consideran
obsoletos los símbolos, o simplemente piensan que no tienen mayor significado
en el quehacer cotidiano y científico del profesional de la Enfermería, sin
embargo, sea por tradición o por costumbre, los estudiantes que se inician en
el acto del cuidado, razón de ser del ejercicio profesional, expresan un gran
interés por estos temas, entre ellos, el significado de la lámpara, la
imposición y uso de la cofia, los sellos distintivos, el anillo con el escudo,
el uniforme y su color blanco.
Se plantea que aquellos actos
tradicionales que realizaban los profesores con los alumnos, estaban
sustentados en un voto de confianza, credibilidad, sentido de pertenencia y
acogimiento al estudiante de enfermería, dándoles muestra de reconocimiento a
sus conocimientos, creatividad, cumplimiento, orden, limpieza, comportamiento
profesional y ético como pilares del cuidado. Estos actos académicos convocaban
al compromiso ético-espiritual como seres humanos capaces de practicar la
justicia, tener respeto, responsabilidad, puntualidad, solidaridad,
comprensión, prudencia, optimismo, sinceridad y gratitud. Seres humanos que se
proponen ser fieles, tolerantes y honrados con ellos mismos y con las personas a quienes cuidan.
Al principio las estudiantes no utilizaban
uniforme, sin embargo con el paso del tiempo éste consistió en un sencillo
vestido de percal y zapatillas cómodas, un delantal a la altura del tobillo de
color blanco, como sinónimo de limpieza y pureza. El uniforme significo la
integración de un conjunto de cualidades que tienen las profesionales de la
enfermería, enfocadas a dar a entender que poseen disciplina y una esmerada
atención, hacia sus semejantes, tanto del alma como del cuerpo.
En el libro escrito por Florence
“Notas de Enfermería” nos relata hablando sobre el uniforme de las enfermeras,
que cuando una agrupación de enfermeras que rompió con las diferencias
religiosas (agrupando a católicas, anglicanas y devotas de santos diferentes),
cuya asistencia fue fundamental durante la guerra de Crimea. Exigió al gobierno
inglés la confección de trajes de tweed gris, cofias de percal y capas de lana
más una banda cruzada con el nombre del hospital. Cartas de la época destacan
una rebelión de cofias, y el caso de una enfermera que en medio del trajín
dijo: “Madam, de haber sabido que me iba a poner esto en la cabeza, nunca
hubiera venido; es que esto no favorece a la forma de mi cara”. Una cláusula
del manual de estilo prohibía el uso de flores y cintas de colores, aunque daba
el visto bueno para llevar bonete de paja durante el verano. En su best seller
Notas sobre enfermería (en 1867 tuvo seis ediciones consecutivas en inglés y
otras tantas en varios idiomas) hizo severas críticas de los atuendos femeninos
de la época: “Cada día es menos práctica y poética, y no se adapta a las
necesidades de la vida doméstica, las faldas ampulosas pueden derribar muebles
y la crinolina asemejan a sus usuarias a bailarinas de cabaret”. Sobre los
zapatos, agregó que “las suelas hacen tanto ruido que pueden provocar en los
enfermos efectos adversos y contrarrestar el efecto de las mejores medicinas”.
Aunque muchas voluntarias fueron
expulsadas por ebriedad y conducta cuestionada por la jefa, al final de la
guerra su número superó el centenar. Las improntas de las chicas Nightingale
llegaron también a Estados Unidos, Canadá, Australia, Alemania, la India y
asilos de lunáticos de todo el mundo, y las capitas fueron las prendas más
copiadas por las posteriores asociaciones de enfermeras.
Sobre la utilización de la Cofia en
el medio sanitario hay varias versiones. Una de ellas es la estrecha relación
que tiene la sanidad con las órdenes religiosas. Monjas y frailes fueron los
primeros profesionales de la enfermería en la lejana Edad Media y en las
primeras llevaban hábitos que cubrían desde la cabeza hasta los pies su cuerpo,
dejando a la vista cara y manos. Las monjas hospitalarias pronto se vieron
desbordadas de trabajo y acudieron a las seglares para ayudar en los múltiples
trabajos que tanto entonces como ahora es preciso hacer en un hospital.
Naturalmente aquellas seglares no
tenían ninguna relación religiosa. Es más, la mayoría incluso eran presas que
cumplían sus penas en aquellos primitivos hospitales, y de alguna manera había
que vestirlas teniendo en cuenta la moralidad exigida en la época y más en
cuenta aún el serio trabajo a realizar, tan cerca de la gracia de Dios.
Suponemos que las monjas
hospitalarias de la época no se habrán complicado mucho la vida para diseñar
los “uniformes” de momento y lo más fácil para ellas y, además, garante de la
moralidad evitando la coquetería femenina, era obligar a las seglares a cubrir
sus cabezas con grandes tocas lacias, sin almidonar, después fueron
almidonándose e incluso se fueron haciendo diversos diseños, siguiendo designios
de la moda del momento, como pueden verse en diversos lienzos y grabados que
han llegado hasta nuestros días gracias a famosos pintores.
Otra versión es la de que para
distinguir a una “enfermera” de una “mujer de la vida” en sus rondas nocturnas
camino de atender a algún enfermo en su domicilio, se ideo que las “enfermeras”
llevaran una cofia almidonada en forma de cono, de color blanco y portaran
siempre un farol con una llama encendida.
Otra versión más, la más
generalizada, es la costumbre muy extendida en toda Centro Europa de cubrir la
cabeza con peculiares diseños de tocas almidonadas y cofias de puntilla,
ganchillo, etc. y diversas formas. Habitualmente se utilizaban para las faenas
del hogar o del campo, guardando las más vistosas y perfectamente almidonadas
para exhibir los domingos y festivos. Era una prenda tenida en más
consideración en el norte y centro de Europa que en los países del sur, que
siempre fue entendida como una prenda de trabajo y no como un tocado de adorno
femenino.
En la Edad Media la mujer solía
llevar grandes cabelleras y éstas dificultaban el trabajo, por lo que era
imprescindible esta prenda y más aún si estamos hablando del trabajo en
aquellos hospitales llenos de gente, humo de las linternas, parásitos, etc., y
también como distintivo de quien está como trabajadora y quien no trabaja en el
hospital.
Quizá ya desde aquellas lejanas
épocas se trataba de dar, también, un sentido de distintivo característico de
la profesión como “hospitalarias” no refiriéndose a las religiosas.
De todas las maneras en la Edad
Media y posteriormente hasta casi principios del siglo XX, la cofia era una
prenda que se utilizó con profusión en cualquier trabajo de los que se entendía
como propios de la condición femenina: cocinera, doncella, “hospitalaria”, ama
de leche, planchadora, institutriz, camarera, etc. Prueba del arraigo que ha
tenido esta prenda es la diversidad de modelos que se exhiben en la región de
Bretaña (Francia) hoy como prenda más del traje típico.
Poco a poco su uso se ha ido
relegando al ámbito sanitario y es raro no asociar la palabra hospital a
enfermera y ésta a delantal y cofia.
La revolución que se produce a
MEDIADOS DEL SIGLO XIX, en la práctica médica tiene un efecto profundo sobre
los cuidados de la salud. Por la misma época, FLORENCE NIGHTINGALE después de
la guerra de Crimea a su vuelta a Gran Bretaña crea la PRIMERA ESCUELA DE
ENFERMERÍA.
SIGNIFICADO DE LA PALABRA
“UNIFORME”
El UNIFORME según el Diccionario
Ilustrado de la Lengua Española, es un vestido peculiar y distintivo que usan
los individuos pertenecientes a un mismo cuerpo, a un mismo colegio y que tiene
la misma forma.
El uniforme significa el conjunto
de cualidades que tienen las profesionales de la enfermería, enfocadas a dar a
entender que poseen disciplina y una esmerada atención límpida hacia sus
semejantes, tanto del alma como del cuerpo.
EVOLUCIÓN DEL UNIFORME
DÉCADA DE LOS 50’S
Uniformes complicados, como los
que en los AÑOS 50 del pasado siglo utilizaban las enfermeras de la Cruz Roja
Española (bata, delantal, manguitos y cofia fuertemente almidonados. Las mangas
de la bata se medio desmontaban y se sujetaban con corchetes al hombro).
DÉCADA DE LOS 70’S
Varias razones explican la
desaparición de la cofia y de algunos uniformes de enfermeras a partir de la
década del 70. La carrera de Enfermería poco a poco permite la
profesionalización, el uso de la cofia continúa siendo parte de la vestimenta
de las auxiliares, anteriormente la cofia confería autoridad y distinguía a las
enfermeras diplomadas.
En el Hospital General de
Asturias (H.G.A.) hasta bien entrados los años 70 solían llevar el delantal
almidonado al igual que los manguitos, cuellos, cinturón y cofias.
DÉCADA DE LOS 80’S
Desde los años 1960 a 1980 las
escuelas hospitalarias dejan paso a las Escuelas Universitarias, el sistema de
enseñanza basado sobre el progreso de las jerarquías había pasado hacia
conceptos democráticos de la educación y el respeto; por consecuencia la cofia
en tanto indicador de nivel de formación pierde su significación simbólica. La
evolución de los modelos de cofias de Enfermeras, desde la cofia religiosa
hasta el abandono del uso de las mismas, refleja la historia de los cuidados;
en el cual las primeras graduadas vestían uniformes que las distinguían de las
no graduadas.
A comienzos de los AÑOS 80’s,
tanto la Seguridad Social (INSALUD) como el Hospital General de Asturias
coinciden en renovar el vestuario de su personal de enfermería y lo primero que
hacen es hacer desaparecer como prenda inherente de la enfermera la cofia.
Posteriormente la sanidad privada emprende la modernización de su vestuario y,
salvo honrosas excepciones, no es fácil encontrar clínicas y consultorios
privados en los que su personal femenino sea portador de cofia.
Desde finales de 1980, ha habido
un cambio hacia alternativas de diseño de uniformes de enfermería en algunos
países. Reciente uniforme estilo de la enfermera en el Reino Unido consiste en
ya sea:
· A la parte superior de estilo túnica y
pantalones de color azul oscuro que se diseñan óptimo para prevenir la
infección cruzada, cuyo color depende del grado de la enfermera, el color varía
entre el NHS Trusts. Las túnicas menudo disponen de tuberías alrededor de los
bordes de la uniforme.
· Un vestido en el mismo color que la
parte superior de estilo túnica.
CARACTERÍSTICAS Y ATRIBUTOS DE LOS ELEMENTOS DEL UNIFORME
Existen algunas características y
atributos en el uniforme de enfermería, que lo distinguen del resto de los
profesionales de la salud, como son:
UNIFORME BLANCO.- Símbolo de autocuidado, de limpieza, pureza y
apoyo frente al otro (persona y familia en interacción y contacto transparente,
sincero y respetuoso con su cuerpo, sus sentimientos y experiencias de vida:
crecimiento, salud, enfermedad y muerte).
Su uso es generalmente
intramural. Su utilización en las actividades no sanitarias, fuera del centro
de salud, debe ser bien justificada; el uso del uniforme responde a una norma
epidemiológica bien establecida. En países donde existe la formación de
auxiliares de enfermería, este personal se distingue por utilizar el VESTIDO DE
COLOR AZUL.
LA COFIA.- De color blanco, símbolo del honor, de la distinción y
la responsabilidad, con la cual se identifica a la enfermera, entre los otros
miembros del equipo de salud como el profesional dedicado al cuidado de las
personas. Desde el punto de vista epidemiológico la cofia debe proteger el pelo
de la enfermera para que no caiga sobre al campo de trabajo, por lo que el pelo
debe estar recogido y colocado en el sobre interno de la cofia.
En varios países, se utiliza
además la cofia para distinguir el nivel profesional de la persona que la
porta. Estos distintivos pueden ser cintas de diversos colores (el más
frecuente es el azul), que colocado de manera horizontal permite distinguir si
estamos en presencia de una auxiliar de enfermería (no llevan cintas) o de una
enfermera profesional. Otra utilización de las cintas es de manera diagonal, en
ambas alas de la cofia, por ejemplo, en el ala derecha la colocación de una
cinta significa jerarquías administrativas y en el ala izquierda, niveles
académicos como pudieran ser, cursos post-básicos, especialidades, entre otros.
En Cuba sólo se usan las cintas
de manera horizontal y de color azul, para distinguir a la vicedirectora de la
unidad con 1 cinta y a la directora nacional con 2 cintas. En los servicios
asistenciales no existe esta tradición. Algunos profesionales plantean que
deben incorporarse estos distintivos para identificar los niveles profesionales
dentro de la propia enfermería, a partir de las nuevas figuras que han surgido
dentro del Nuevo Modelo Pedagógico.
Otro elemento distintivo en la
cofia en varios países, es la utilización de escudos o sellos que permiten
mostrar la facultad o escuela donde se recibió el profesional o la institución
de salud donde pertenece y se desempeña. Estos símbolos permiten fomentar los
sentimientos de pertenencia e identidad.
La Cofia de color blanco, símbolo
del honor, de la distinción y la responsabilidad, con la cual se identifica a
la enfermera, entre los otros miembros del equipo de salud como el profesional
dedicado al cuidado de las personas. Desde el punto de vista epidemiológico la
cofia debe proteger el pelo de la enfermera para que no caiga sobre el campo de
trabajo, por lo que el pelo debe estar recogido y colocado en el sobre interno
de la cofia.
Algunas cofias de Enfermeras
evocan a la de las religiosas, relacionada con la tradición católica, y
puntualmente con el cuidado a los enfermos y el servicio humanitario (velo).
Anteriormente también recibió el nombre de “Toca”, su diseño consistió en un
“gorro”. Éste se remonta a la Edad Media, con el gorro se pretendía cubrir el
cabello, ya que peinarlo constituía una larga y fastidiosa tarea que no se
realizaba con más frecuencia de lo que se consideraba necesario. A la cofia se
le ha considerado como signo de identidad. Entendiendo ésta como el resultado
de un proceso ideológico, el cual exige un elemento de diferencia para poderse
expresar, y en el que encontramos factores bien definidos como la pertenencia
grupal o territorial.
ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA
Hoy en día, la COFIA es la malla
que se ponen las personas que trabajan con el público (por ejemplo: enfermeras,
cocineros, etc.), en la cabeza para cubrir su pelo, por motivos de sanidad.
Pero en la edad media, era una malla que se ponían los guerreros debajo del
casco. La palabra cofia viene del germánico kupja, y está relacionada con el
árabe kufiyya = pañuelo que se ponen los árabes en la cabeza, en hebrero kóva =
gorra, sombrero y cofia en latín de esa época.
COFIA (del latín tardío cofia).
Red que se ajusta a la cabeza para recoger el cabello o parte de él. Tocado
hecho de blondas, encajes y cintas que usaban las mujeres. Gorro pequeño,
complementario del uniforme que llevan las enfermeras, camareras, etc. Birrete
almohadillado que se llevaba debajo del yelmo de la armadura. Pieza de la
armadura antigua que se atornillaba a la calva del casco para reforzarla, y de
la que pendían tres ramales articulados para la defensa del cuello.
Se sustenta que el acto solemne
de imposición de la cofia, así como otros rituales que por tradición la
enfermería mantuvo por mucho tiempo, deben ser rescatados, ya que fomentan
eficazmente en los estudiantes el compromiso, el amor y la identidad
profesional.
Las cofias evocan, de forma
simplificada, las tocas que llevaban algunas de las congregaciones religiosas,
dedicadas durante siglos al cuidado de los enfermos. Por cierto, hay que
señalar que hay muchos escritos dedicados a la labor de religiosos y religiosas
en los hospitales de la Edad Media, junto con personal seglar.
· LA
LÁMPARA.- Otro atributo que aparece con frecuencia en el uniforme o en la
cofia de las enfermeras, ha sido retomada como
símbolo de la enfermería, pues en la guerra de Crimea, Florence
Nightingale, alumbraba con una lámpara a los heridos en su recorrido por las
noches en los campos de batalla. Este símbolo de la enfermería muestra la luz
que se requiere en todos los actos de cuidado. Símbolo de la claridad y el
conocimiento, iluminación que brinda el saber y la calificación personal, en
relación con el autoconocimiento y la interacción respetuosa con el otro (León
Román CA. Los atributos de Enfermería. Boletín No 2. Hospital Clinicoquirúrgico
“Hermanos Ameijeiras”, 1994).
Uno de los distintivos de las
enfermeras sea la lamparilla de aceite o la vela en un portavelas. Esta
referencia nos hace pensar en FLORENCE NIGHTINGALE, PRECURSORA DE LA ENFERMERÍA
MODERNA, a la que se conocía como "SEÑORA DE LA LÁMPARA",
precisamente porque se iluminaba con una de ellas mientras visitaba y cuidaba
de los enfermos durante la noche.
Florencia Nightingale, se le ha
considerado la precursora de la enfermería moderna, durante la guerra de Crimea
en 1854. “… por las noches después de que se retiraban las demás enfermeras,
hacía rondas en solitario y observaba el estado de los pacientes más enfermos.
Estas rondas las hacía con su famosa lámpara, que tenía una pequeña mampara
para que no se extinguiera la vela que llevaba en su interior (colocada en un
candelero). Longfellow inmortalizó a esta dama llamándola “La Dama de la
Lámpara”, o “Dama con una Lámpara”, en su poema de 1857”. De esta manera se ha
distinguido a la enfermera con el símbolo de una lámpara, teniendo un gran
significado y emotivo simbolismo de identidad profesional.
En Cuba existe una disposición
general que norma el uso de esta vestimenta y la apariencia personal de
enfermería que en resumen se presenta a continuación:
En la mujer:
Usar el uniforme reglamentado.
Cuando se trate de vestido o saya, debe, tener el largo a la rodilla y usar
medias largas. El ancho del vestido, chaqueta y pantalón, debe permitir
realizar movimientos con soltura y sin impedimentos.
Llevar pelo corto o recogido.
Utilizar gorro o cofia de acuerdo
a la actividad que realiza.
Tener uñas cortas y con pintura
discreta.
Usar reloj con secundario.
Evitar el uso de prendas no
requeridas durante el desarrollo de su labor (pañuelos de cabeza, collares,
aretes colgantes u otros)
Maquillaje discreto.
Mantener los zapatos limpios.
En el hombre:
Llevar el uniforme reglamentado
(limpio y holgado).
Mantener el pelo corto y la barba
rasurada.
Tener uñas cortas.
Usar reloj con secundario.
Mantener los zapatos limpios.
SITUACIÓN ACTUAL DEL UNIFORME
En la actualidad a pesar de la
existencia de las normas y del esfuerzo que se viene realizando, vemos con
frecuencia modificaciones y uso inadecuado del uniforme.
Varios profesionales plantean que
estas modificaciones responden a la
incorporación de un gran número de personas jóvenes a la especialidad, que no
tienen una orientación adecuada o no se les exige el cumplimiento de las
normas, y que para ellos, estas modificaciones, responden a las nuevas
corrientes del vestir y de la moda de la juventud para la vestimenta social.
Además de su uniforme, el calzado
es otro componente vital en su atuendo. Al igual que en uniformes médicos,
zapatos específicos están garantizados para que puedan desempeñar sus funciones
con comodidad. Se trata de un mosto que sus zapatos deben estar en forma,
cómodo y en buenas condiciones, de lo contrario puede conducir a la fatiga de
las piernas y lesiones. Anteriormente, los zapatos son de color blanco, pero en
la actualidad, los zapatos son de arnés de vuelta o tapar de estilo.
Otra parte importante de su
uniforme es los calcetines de compresión. Estos calcetines son más cómodos de
usar en comparación con las medias corriente, ya que evita la entrada de
humedad en la piel y es compatible con las piernas durante las largas horas de
turno. La mayoría de ellos prefieren usar medias de compresión porque se
sienten menos fatiga y que se sienta cómodo usándolos. Dado que trabajan en sus
pies todo el día ya veces toda la noche, la pierna de apoyo se necesita más.
Si usan batas, es vital que los
pantalones deben tener una adecuada adaptación, ni muy apretado ni muy suelto,
para el confort y la comodidad en el movimiento. Las enfermeras de los pelos
también se mantienen y se ata en la parte posterior, si su cabello es largo,
mientras que los enfermeros de pelo debe estar en la longitud correcta.
Los expertos refieren que el
hecho de que no se use el uniforme en la etapa de formación, impide la
incorporación de la práctica de su uso correcto; por tal motivo, cuando
finalmente el alumno se gradúa, piensa, casi siempre y primero, en hacerle
modificaciones impropias para realizar las actividades de la práctica
asistencial y no en su uso correcto. Estos entrevistados plantean que se debe
retomar en los estudiantes de enfermería el uso de un uniforme que desde su
formación permita monitorizar y guiar el cumplimiento del reglamento que norma
su uso.
La utilización de una vestimenta
adecuada, responde a las normas y exigencias de la profesión, así como el
respeto que le tiene a la sociedad, elementos que favorecen una adecuada imagen
social. Una enfermera u enfermero vestido correctamente inspira confianza y es
socialmente respetado. Es por ello que para mejorar la situación actual, es
necesario actuar como agentes de cambio.
La Enfermería como agente de
cambio, incluye en sus funciones la comunicación interpersonal, defensora y
colaboradora de la profesión. Estas funciones se sustentan en la suposición
filosófica, de que sus profesionales deben llevar a cabo cambios para promover
el bienestar, además de mantener una socialización para el ejercicio
profesional, a través de la educación a sus colegas, constituyéndose en
promotor de la función básica de su profesión a través del liderazgo.
Es meritorio señalar que la
Enfermería se socializa en una imagen profesional al incrementar la conciencia
que tiene de sí misma y al fomentar el respeto a sus capacidades, al apreciar y
reconocer las necesidades de educación continua y al integrar los elementos
cognitivos e interpersonales del yo profesional en su rol. La condición de
profesión se logra cuando una actividad, indispensable para la sociedad, se
realiza con un elevado nivel intelectual en sus decisiones.
Por tal motivo todos los
profesionales de enfermería tienen la responsabilidad de mantener y fomentar
una imagen adecuada, pues ésta es la apariencia visible de una persona o
profesión, lo que se proyecta a la sociedad y ésta a su vez percibe de
nosotros.
Desde el punto de vista social,
autores como Kérovac plantea que las relaciones del enfermero en la sociedad se
basan en un estado de equilibrio entre las habilidades para prescribir,
asignar, manejar y mantener los sistemas de auto-cuidados terapéuticos de las
personas y las capacidades de estas y de sus familiares para realizarlas, bajo
la guía de un código ético y de responsabilidad social. De este criterio
pudiera pensarse que no se tiene en cuenta la presencia de la enfermera (o),
correctamente vestido durante el ejercicio de sus funciones, pero no se puede
olvidar que los problemas se presentan de modo diferente en cada país, ciudad o
área y que si no señalan problemas con la vestimenta es porque no lo tienen o
no es esta la arista del pensamiento enfermero que les interesa plasmar.
Actualmente todo el personal
sanitario viste el mismo uniforme, sin distinciones de ningún tipo o con
distintivos casi invisibles o de diferentes colores que resultan desconocidos
para quien no es personal sanitario”. Todo está muy bien socializado y
aparentemente no existen distintivos jerárquicos, aunque el paciente nunca
tiene muy claro quién le está atendiendo ni qué profesional le está practicando
la técnica.
En tiempo más modernos, se ha
cuidado mucho la presencia del personal de enfermería en casi todas las
ocasiones sin considerar mucho lo cómodo o práctico del uniforme, pero siempre
tratando de dar una imagen de pulcritud e incluso de superioridad.
LA ERA DE LA MEDICINA SCRUBS (PRESENTE)
El UNIFORME BLANCO se ha convertido
en el uniforme oficial y universalmente aceptada de las enfermeras. Sin
embargo, debido a las demandas de las enfermeras, muchos cambiaron de ropas más
cómodas ahora se conocer como los trajes de MATORRALES o comúnmente los UNIFORMES MÉDICOS.
Actualmente las cofias han
desaparecido casi por completo y una de las causas de ello es a causa de las
infecciones nosocomiales, es decir, las infecciones oportunistas que
"viajan" en prendas que no se limpian a diario, como es el caso de
las cofias. Las capas también han caído en desuso, pues antes se utilizaban
mucho cuando las enfermeras tenían el turno de noche, ya que se las ponían para
no pasar frío, ya que eran de fieltro y abrigaban bastante, pero ahora,
afortunadamente, ya hay calefacción en todos los hospitales.
En muchas partes del mundo, las
enfermeras continúan usando un uniforme blanco que consiste en un vestido y
gorra. El uniforme blanco tradicional para el personal de enfermería masculino
está pasando de moda, con la excepción de los estudiantes de enfermería. Se
utiliza muy a menudo una túnica ya sea del estilo de cirujano dentista o el
cuello con un collar av. Los colores varían con el grado, área de trabajo, y el
hospital, sin embargo, el equivalente masculino de la hermana tienden a ser
tonos de azul o verde oscuro: a menudo, esto es el único color para ser
reconocido por el público como lo que significa una persona con autoridad.
Enfermeros generalmente llevan
una túnica blanca con charreteras de un color o de la cantidad que representa
el año de su formación o grado.
Uniformes tradicionales siguen
siendo comunes en el TERCER MUNDO, sino también en Europa Occidental y América
del Norte, la llamada "SCRUBS" o túnicas han vuelto más populares.
"Scrub vestido" es un tipo simple de uniforme, y casi siempre se usan
en quirófanos y salas de emergencia.
SE PUEDE CONCLUIR QUE LOS
ASPECTOS PLANTEADOS PERMITEN REVALORAR LA IMPORTANCIA DEL USO CORRECTO DEL
UNIFORME, COMO ELEMENTO ESENCIAL, ENTRE
OTROS, PARA UNA BUENA IMAGEN SOCIAL DE LOS ENFERMEROS Y ENFERMERAS.
LA ENFERMERA SE DISTINGUE Y TIENE
IDENTIDAD PROFESIONAL POR SUS CONOCIMIENTOS, POR SU CAPACIDAD PARA DESEMPEÑARSE
EN CUALQUIER ÁREA DE SU CAMPO Y POR FORMAR PARTE IMPORTANTE DEL EQUIPO DEL ÁREA
DE LA SALUD. NO ES LA LÁMPARA, LA COFIA, NI LA CAPA, SÍMBOLOS DE IDENTIDAD,
SINO QUE LA IDENTIDAD MISMA, LA DA LA PROPIA ENFERMERA A TRAVÉS DE SU
PROFESIONALIZACIÓN CONSTANTE Y PERMANENTE.
LA COFIA, SU HISTORIA
Etimología de la palabra “Cofia”
Hoy en día, la cofia es la malla
que se ponen las personas que trabajan con el público (por ejemplo: enfermeras,
cocineros, etc.), en la cabeza para cubrir su pelo, por motivos de sanidad.
Pero en la edad media, era una malla que se ponían los guerreros debajo del
casco. La palabra cofia viene del germánico kupja, y está relacionada con el
árabe kufiyya = pañuelo que se ponen los árabes en la cabeza, en hebrero kóva =
gorra, sombrero y cofia en latín de esa época.
En la Enciclopedia Salvat dice
así:
COFIA (del latín tardío cofia).
Red que se ajusta a la cabeza para recoger el cabello o parte de él. Tocado
hecho de blondas, encajes y cintas que usaban las mujeres. Gorro pequeño,
complementario del uniforme que llevan las enfermeras, camareras, etc. Birrete
almohadillado que se llevaba debajo del yelmo de la armadura. Pieza de la
armadura antigua que se atornillaba a la calva del casco para reforzarla, y de
la que pendían tres ramales articulados para la defensa del cuello. Cubierta
membranosa que envuelve algunas semillas. Capuchón de la cápsula de los musgos.
En otras enciclopedias y/o
diccionarios dice así:
Cofia es el nombre de: un tipo de
tocado femenino; o un gorro acolchado que se llevaba antiguamente debajo del
yelmo.
En otra enciclopedia dice:
Cofia: 1º- prenda femenina de
vestir para sujetar parcialmente el cabello que forma parte de ciertos
uniformes, como el de enfermera, camarera o sirvienta. 2 - Redecilla para
recoger el cabello. 3 - Extremo duro de la raíz de las plantas, en forma de
dedal.
Origen de la cofia
Dentro de la historia de la
enfermería cuentan que en la “época oscura de la Enfermería” cuando esa
ocupación la ejercían las prostitutas, y cuando se quiso reivindicar la
profesión (en parte, lo que le correspondió a Florence Nightingale) para que la
población distinguiera a una enfermera de una prostituta, principalmente cuando
trabajaba de noche se ponían la cofia y eso era suficiente para que se les
respetara, ya que significaba un trabajo noble, y así poder salir a curar a los
enfermos a cualquier hora de la noche.
Símbolos Históricos de Identidad
Profesional de la Enfermería
A través de la historia de la
enfermería, a ésta se le ha identificado por cuatro símbolos, que justifican su
identidad, estos son: Vestido Blanco, Capa, Lámpara, y Cofia.
El uniforme significa el conjunto
de cualidades que tienen las profesionales de la enfermería, enfocadas a dar a
entender que poseen disciplina y una esmerada atención límpida hacia sus
semejantes, tanto del alma como del cuerpo.
Vestido Blanco
Al principio las estudiantes no
utilizaban uniforme, sin embargo con el paso del tiempo éste consistió en un
sencillo vestido de percal y zapatillas cómodas, un delantal a la altura del
tobillo de color blanco, como sinónimo de limpieza y pureza. El uniforme
significo la integración de un conjunto de cualidades que tienen las
profesionales de la enfermería, enfocadas a dar a entender que poseen
disciplina y una esmerada atención, hacia sus semejantes, tanto del alma como
del cuerpo.
Capa
Esta fue de tela de fieltro, se
usó de este material debido a las bajas temperaturas, pues generalmente hacían
guardias de 24 horas, siendo las noches largas y frías.
En una ceremonia especial se les
imponía la capa, “ceremonia en la cual quedaban revestidas las enfermeras de su
clásico distintivo. El significado de la capa es hacerles sentir el peso en sus
hombros de la responsabilidad que han contraído con la sociedad al haber
elegido la carrera de enfermera; al brindar cuidado, amor y dedicación, mismas
que se han hecho evidentes y característicos de las Escuelas de Enfermería
desde su creación.
Lámpara
Florencia Nightingale, se le ha
considerado la precursora de la enfermería moderna, durante la guerra de Crimea
en 1854. “… por las noches después de que se retiraban las demás enfermeras,
hacía rondas en solitario y observaba el estado de los pacientes más enfermos.
Estas rondas las hacía con su famosa lámpara, que tenía una pequeña mampara
para que no se extinguiera la vela que llevaba en su interior (colocada en un
candelero). Longfellow inmortalizó a esta dama llamándola “La Dama de la Lámpara”,
o “Dama con una Lámpara”, en su poema de 1857”. De esta manera se ha
distinguido a la enfermera con el símbolo de una lámpara, teniendo un gran
significado y emotivo simbolismo de identidad profesional.
Cofia
La Cofia de color blanco, símbolo
del honor, de la distinción y la responsabilidad, con la cual se identifica a
la enfermera, entre los otros miembros del equipo de salud como el profesional
dedicado al cuidado de las personas. Desde el punto de vista epidemiológico la
cofia debe proteger el pelo de la enfermera para que no caiga sobre el campo de
trabajo, por lo que el pelo debe estar recogido y colocado en el sobre interno
de la cofia.
Algunas cofias de Enfermeras
evocan a la de las religiosas, relacionada con la tradición católica, y
puntualmente con el cuidado a los enfermos y el servicio humanitario (velo).
Anteriormente también recibió el nombre de “Toca”, su diseño consistió en un
“gorro”. Éste se remonta a la Edad Media, con el gorro se pretendía cubrir el
cabello, ya que peinarlo constituía una larga y fastidiosa tarea que no se
realizaba con más frecuencia de lo que se consideraba necesario. A la cofia se
le ha considerado como signo de identidad. Entendiendo ésta como el resultado
de un proceso ideológico, el cual exige un elemento de diferencia para poderse
expresar, y en el que encontramos factores bien definidos como la pertenencia grupal
o territorial.
Cierto es que la enfermera se
distingue y tiene identidad profesional por sus conocimientos, por su capacidad
para desempeñarse en cualquier área de su campo y por formar parte importante
del equipo del área de la salud. No es la lámpara, la cofia, ni la capa,
símbolos de identidad, sino que la identidad misma, la da la propia enfermera a
través de su profesionalización constante y permanente.
Existiendo también un gran grupo
de enfermeras militares protagonistas del cuidado a los heridos en las dos
grandes guerras del siglo XX, cuya cabeza coronaban con cofias que delataban
sus diferentes rangos, similares a las religiosas. Por otra parte las órdenes
religiosas impartían cuidados tanto en hospitales civiles como militares.
La evolución en el modelo de las
cofias de enfermeras desde la primera cofia religiosa hasta el abandono total
de las mismas, refleja la historia de los cuidados. Las también denominadas
tocas devienen en un elemento del rango y ciertos aditamentos como medallas,
escudos y cruces condecoran el servicio prestado en las instituciones
militares. Siendo las primeras dispensadoras de cuidados en muchos casos
mujeres religiosas para los países colonizados, (quienes se cubrían la cabeza
como parte de su hábito) no impidiendo que a nivel social existieran mujeres
cuidadoras; parte del pueblo las que ofrecían los cuidados desde la transmisión
de los conocimientos populares para realizar curaciones desde las ciencias de
la naturaleza.
Estas últimas con saberes
transmitidos de generación en generación a través de la tradición oral. Las
mujeres en la familia dispensaban los cuidados de forma informal. En los
primeros hospitales estaban empleadas quienes realizaban la limpieza en las que
recaía ofrecer a los enfermos los cuidados rudimentarios, aún teniendo
experiencia reconocida eran consideradas negligentes, llevaban cubierto los
cabellos por un gorro (en razón de la tarea que cumplían).
La revolución que se produce a
mediados del siglo XIX, en la práctica médica tiene un efecto profundo sobre
los cuidados de la salud. Por la misma época, Florence Nightigale después de la
guerra de Crimea a su vuelta a Gran Bretaña crea la primera escuela de
Enfermería.
Varias razones explican la
desaparición de la cofia y de algunos uniformes de enfermeras a partir de la
década del 70. La carrera de Enfermería poco a poco permite la
profesionalización, el uso de la cofia continúa siendo parte de la vestimenta
de las auxiliares, anteriormente la cofia confería autoridad y distinguía a las
enfermeras diplomadas.
Desde los años 1960 a 1980 las
escuelas hospitalarias dejan paso a las Escuelas Universitarias, el sistema de
enseñanza basado sobre el progreso de las jerarquías había pasado hacia
conceptos democráticos de la educación y el respeto; por consecuencia la cofia
en tanto indicador de nivel de formación pierde su significación simbólica. La
evolución de los modelos de cofias de Enfermeras, desde la cofia religiosa
hasta el abandono del uso de las mismas, refleja la historia de los cuidados;
en el cual las primeras graduadas vestían uniformes que las distinguían de las
no graduadas.Notas de Enfermería de Florence Nightingale
En el libro escrito por Florence
“Notas de Enfermería” nos relata hablando sobre el uniforme de las enfermeras,
que cuando una agrupación de enfermeras que rompió con las diferencias
religiosas (agrupando a católicas, anglicanas y devotas de santos diferentes),
cuya asistencia fue fundamental durante la guerra de Crimea. Exigió al gobierno
inglés la confección de trajes de tweed gris, cofias de percal y capas de lana
más una banda cruzada con el nombre del hospital. Cartas de la época destacan
una rebelión de cofias, y el caso de una enfermera que en medio del trajín
dijo: “Madam, de haber sabido que me iba a poner esto en la cabeza, nunca
hubiera venido; es que esto no favorece a la forma de mi cara”. Una cláusula
del manual de estilo prohibía el uso de flores y cintas de colores, aunque daba
el visto bueno para llevar bonete de paja durante el verano. En su best seller
Notas sobre enfermería (en 1867 tuvo seis ediciones consecutivas en inglés y
otras tantas en varios idiomas) hizo severas críticas de los atuendos femeninos
de la época: “Cada día es menos práctica y poética, y no se adapta a las
necesidades de la vida doméstica, las faldas ampulosas pueden derribar muebles
y la crinolina asemejan a sus usuarias a bailarinas de cabaret”. Sobre los
zapatos, agregó que “las suelas hacen tanto ruido que pueden provocar en los
enfermos efectos adversos y contrarrestar el efecto de las mejores medicinas”.
Aunque muchas voluntarias fueron
expulsadas por ebriedad y conducta cuestionada por la jefa, al final de la
guerra su número superó el centenar. Las improntas de las chicas Nightingale
llegaron también a Estados Unidos, Canadá, Australia, Alemania, la India y
asilos de lunáticos de todo el mundo, y las capitas fueron las prendas más
copiadas por las posteriores asociaciones de enfermeras.
En otro artículo sobre la Cofia
dice así:
Cofias. Ese artilugio que resulta
simpático para quien no lo tiene que utilizar. Que en realidad no sirve para
nada, pero que en determinadas esferas es exigido a sus empleadas para
demostrar un extracto social alto. La cofia, artilugio hoy en día denostado y
casi olvidado.
Sería interesante conocer un poco
de su historia para poder comprender el motivo por el cual ha llegado a
nuestros días algo que en la Edad Media era prenda lógica y de obligado uso en
las mujeres independientemente al trabajo que desarrollaran.
Sobre su utilización en el medio
sanitario hay varias versiones. Una de ellas es la estrecha relación que tiene
la sanidad con las órdenes religiosas. Monjas y frailes fueron los primeros
profesionales de la enfermería en la lejana Edad Media y en las primeras
llevaban hábitos que cubrían desde la cabeza hasta los pies su cuerpo, dejando
a la vista cara y manos. Las monjas hospitalarias pronto se vieron desbordadas
de trabajo y acudieron a las seglares para ayudar en los múltiples trabajos que
tanto entonces como ahora es preciso hacer en un hospital.
Naturalmente aquellas seglares no
tenían ninguna relación religiosa. Es más, la mayoría incluso eran presas que
cumplían sus penas en aquellos primitivos hospitales, y de alguna manera había
que vestirlas teniendo en cuenta la moralidad exigida en la época y más en
cuenta aún el serio trabajo a realizar, tan cerca de la gracia de Dios.
Suponemos que las monjas
hospitalarias de la época no se habrán complicado mucho la vida para diseñar
los “uniformes” de momento y lo más fácil para ellas y, además, garante de la
moralidad evitando la coquetería femenina, era obligar a las seglares a cubrir
sus cabezas con grandes tocas lacias, sin almidonar, después fueron almidonándose
e incluso se fueron haciendo diversos diseños, siguiendo designios de la moda
del momento, como pueden verse en diversos lienzos y grabados que han llegado
hasta nuestros días gracias a famosos pintores.
Otra versión es la de que para
distinguir a una “enfermera” de una “mujer de la vida” en sus rondas nocturnas
camino de atender a algún enfermo en su domicilio, se ideo que las “enfermeras”
llevaran una cofia almidonada en forma de cono, de color blanco y portaran
siempre un farol con una llama encendida.
Otra versión más, la más
generalizada, es la costumbre muy extendida en toda Centro Europa de cubrir la
cabeza con peculiares diseños de tocas almidonadas y cofias de puntilla,
ganchillo, etc. y diversas formas. Habitualmente se utilizaban para las faenas
del hogar o del campo, guardando las más vistosas y perfectamente almidonadas
para exhibir los domingos y festivos. Era una prenda tenida en más
consideración en el norte y centro de Europa que en los países del sur, que
siempre fue entendida como una prenda de trabajo y no como un tocado de adorno
femenino.
En la Edad Media la mujer solía
llevar grandes cabelleras y éstas dificultaban el trabajo, por lo que era
imprescindible esta prenda y más aún si estamos hablando del trabajo en
aquellos hospitales llenos de gente, humo de las linternas, parásitos, etc., y
también como distintivo de quien está como trabajadora y quien no trabaja en el
hospital.
Quizá ya desde aquellas lejanas
épocas se trataba de dar, también, un sentido de distintivo característico de
la profesión como “hospitalarias” no refiriéndose a las religiosas.
De todas las maneras en la Edad
Media y posteriormente hasta casi principios del siglo XX, la cofia era una
prenda que se utilizó con profusión en cualquier trabajo de los que se entendía
como propios de la condición femenina: cocinera, doncella, “hospitalaria”, ama
de leche, planchadora, institutriz, camarera, etc. Prueba del arraigo que ha
tenido esta prenda es la diversidad de modelos que se exhiben en la región de
Bretaña (Francia) hoy como prenda más del traje típico.
Poco a poco su uso se ha ido
relegando al ámbito sanitario y es raro no asociar la palabra hospital a
enfermera y ésta a delantal y cofia.
En tiempo más modernos de los
hasta ahora tratados, se ha cuidado mucho la presencia del personal de
enfermería en casi todas las ocasiones sin considerar mucho lo cómodo o
práctico del uniforme, pero siempre tratando de dar una imagen de pulcritud e
incluso de superioridad. Uniformes complicados, como los que en los años 50 del
pasado siglo utilizaban las enfermeras de la Cruz Roja Española (bata,
delantal, manguitos y cofia fuertemente almidonados. Las mangas de la bata se
medio desmontaban y se sujetaban con corchetes al hombro). En el Hospital
General de Asturias (H.G.A.) hasta bien entrados los años 70 solían llevar el
delantal almidonado al igual que los manguitos, cuellos, cinturón y cofias.
A comienzos de los años 80, tanto
la Seguridad Social (INSALUD) como el Hospital General de Asturias coinciden en
renovar el vestuario de su personal de enfermería y lo primero que hacen es
hacer desaparecer como prenda inherente de la enfermera la cofia.
Posteriormente la sanidad privada emprende la modernización de su vestuario y,
salvo honrosas excepciones, no es fácil encontrar clínicas y consultorios
privados en los que su personal femenino sea portador de cofia.
Quienes la han tenido que usar
recordarán lo enojoso que era soportarla durante una dura jornada de trabajo,
pero hoy le dedicarán una sonrisa cómplice como lo que es: un artículo antiguo,
viejo, con poca o nula utilidad, transmisora de las más temidas infecciones
nosocomiales, producto de infinidad de dolores de cabeza, enemiga de los caros
servicios de peluquería y símbolo para distinguir quien es enfermera o auxiliar
de clínica.
“Actualmente todo el personal
sanitario viste el mismo uniforme, sin distinciones de ningún tipo o con
distintivos casi invisibles o de diferentes colores que resultan desconocidos
para quien no es personal sanitario”. Todo está muy bien socializado y
aparentemente no existen distintivos jerárquicos, aunque el paciente nunca
tiene muy claro quién le está atendiendo ni qué profesional le está practicando
la técnica.
Cofias de Enfermeras por Ángel
Martín Artime
Mi gran amigo y compañero Ángel
Martín Artime de Oviedo, al que me une la misma pasión por la Historia de la
Enfermería, tiene una de las mejores colecciones de cofias que existen hoy en
el mundo.
Ángel Martín Artime confiesa que
lo suyo era estudiar enfermería, pero por cosas de la vida no pudo hacerlo en
su momento. Más tarde ya no se animó a sacarse el título por mucho que le
gustaran las materias a estudiar, así es que se quedó, siendo lo que él dice
con humor, un ATS amateur.
Pero estamos seguros que no puede
sentirse frustrado con una colección tan original como la que tiene, pues
colecciona ¿quién puede dudarlo? material de enfermería. En realidad empezó con
la colección de cofias de enfermera y, aunque luego fue ampliando el tema, hoy
nos ocuparemos solamente de ellas.
Cuando le hemos preguntado cómo
decidió hacer esta colección, Ángel nos ha explicado que todo empezó a finales
de los años 70. Le llamó mucho la atención la uniformización en la vestimenta
de las enfermeras y el control casi militar al que estaban sometidas. La
Enfermera Jefe hacía unas inspecciones tan duras, para controlar la labor y
hasta el aspecto de las enfermeras, que parecía una disciplina más propia de un
ejército que de una institución sanitaria.
Una señora, que era familiar de
Ángel, le habló del trabajo de las enfermeras que ella conocía bien y le contó
anécdotas relacionadas con su mundo laboral, le enseñó el nombre de distintos
objetos y sus utilidades y las normas de actuación que antaño se exigían a las
enfermeras. Todo esto despertó aún más el interés de Ángel y decidió dedicarse
a investigar sobre la Historia de la Enfermería y la Arqueología Industrial
Sanitaria. Y entre otras cosas, se puso a estudiar el funcionamiento interno de
los hospitales, especialmente los antiguos.
Un día su informadora le regaló
una cofia muy bonita y almidonada y a partir de entonces esa pieza del uniforme
de la enfermera fue su tema estrella. De hecho, a pesar del paso de los años,
de las diferentes modas que se han seguido en la indumentaria femenina, de la
diferencia de gustos y costumbres de unos países a otros y el hecho de que ya
han caído en desuso, hay dos prendas que identifican siempre la iconografía de
las enfermeras: las cofias y las capas que llevan sobre sus hombros.
No obstante, quizás esto ya se
está perdiendo poco a poco porque, según ha observado Ángel, antes, cuando se
quería copiar el traje de las enfermeras para vestir muñecas o hacer disfraces,
las tres piezas distintivas eran el delantal, la cofia y la capa, pero ahora
les cuelgan un fonendo del cuello y ya consideran que están representando a una
enfermera.
Volviendo a la primera cofia que
tuvo Ángel, nos explica que pertenecía a la Seguridad Social de finales de los
años 70. Al cabo de unos meses consiguió la segunda cofia, que era de una
auxiliar de clínica. Posteriormente tuvo otras también de la Seguridad Social,
una de ellas de alumna y "picos de quirófano" y después consiguió una
del Hospital General de Asturias, del que dice Ángel que nunca ha visto tanta
variedad de uniformes como los que allí ha habido, pues ha llegado a contar
seis uniformes distintos para casi el mismo trabajo, sin contar limpiadoras de
zonas estériles, cocinas, etc.
Respecto a las cofias nos cuenta
Ángel que la Seguridad Social siempre se ha decantado por modelos muy similares
a nivel nacional y de muy simple manejo, pero las clínicas privadas y las
antiguas instituciones sanitarias solían hacer llevar sobre sus cabezas a todas
sus trabajadoras verdaderas esculturas de tela y almidón. Cada puesto de
trabajo femenino tenía su correspondiente modelo de cofia totalmente distinta a
la de otro puesto de trabajo, eran un indicativo del rango profesional.
Los orígenes de esta prenda son
muy antiguos. Ángel nos ha explicado que en el año 580 el Obispo Masona fundó
en Mérida (Badajoz) un xenodoquio, primer hospital español del que actualmente
se tiene noticias. En él ya se encuentran datos y referencias de la labor de
enfermería. En aquellos años las "enfermeras" que tenían que asistir
a los enfermos de noche, debían desplazarse por las calles de la ciudad casi
sin luz y con mucho peligro, así es que decidieron usar una cofia (así se
llamaba entonces a los tocados femeninos) en forma de cono de color blanco y
también llevaban una lámpara de aceite en la mano.
De ahí que uno de los distintivos
de las enfermeras sea la lamparilla de aceite o la vela en un portavelas. Esta
referencia nos hace pensar en Florence Nightingale, precursora de la enfermería
moderna, a la que se conocía como "Señora de la lámpara",
precisamente porque se iluminaba con una de ellas mientras visitaba y cuidaba
de los enfermos durante la noche.
Las cofias evocan, de forma
simplificada, las tocas que llevaban algunas de las congregaciones religiosas,
dedicadas durante siglos al cuidado de los enfermos. Por cierto, hay que
señalar que hay muchos escritos dedicados a la labor de religiosos y religiosas
en los hospitales de la Edad Media, junto con personal seglar.
Actualmente las cofias han
desaparecido casi por completo y una de las causas de ello es a causa de las
infecciones nosocomiales, es decir, las infecciones oportunistas que
"viajan" en prendas que no se limpian a diario, como es el caso de
las cofias. Las capas también han caído en desuso, pues antes se utilizaban
mucho cuando las enfermeras tenían el turno de noche, ya que se las ponían para
no pasar frío, ya que eran de fieltro y abrigaban bastante, pero ahora,
afortunadamente, ya hay calefacción en todos los hospitales.
La colección la guarda en su
casa, en una habitación que usa de despacho. Allí, dentro de un gran armario
empotrado puede disponer de casi todo el material. Otros objetos más grandes
los tiene expuestos como decoración o bien los utiliza para sus trabajos.
Ángel colecciona todo lo
relacionado con la enfermería, por lo que dispone desde fotografías antiguas a
insignias de hospitales, Cruz Roja o Escuelas de A.T.S., material médico y
quirúrgico, bibliografía tanto académica como de asuntos que hace 50 años eran
de interés, ropas de quirófano, uniformes, en fin, todo lo relacionado con el
tema.